Los pilares de la reforma educativa: derechos de la infancia, inclusión y no discriminación

La recientemente aprobada Ley Orgánica de Modificación de la LOE o conocida como Ley Celaá supone una reforma en profundidad del sistema educativo español. Entre los cambios introducidos, destaca la actualización de los principios rectores que deberán guiar el nuevo modelo educativo.

Índice
  1. El interés superior del menor
  2. Educación inclusiva como nuevo paradigma
  3. Igualdad de oportunidades y no segregación
  4. No discriminación por razón de género
  5. Respeto a la diversidad afectivo-sexual
  6. Accesibilidad universal para el alumnado con discapacidad
  7. La participación de la comunidad educativa
  8. Una Ley consensuada y negociada

El interés superior del menor

Uno de los ejes centrales de la reforma es la incorporación de los derechos de la infancia como vector de desarrollo del sistema.

Así, el nuevo artículo 1.a) establece como principio rector "el cumplimiento efectivo de los derechos de la infancia" según la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU, reconociendo el interés superior del menor.

La Ley pone el foco en anteponer las necesidades y el bienestar del alumnado sobre cualquier otro interés o motivación en las decisiones educativas.

Educación inclusiva como nuevo paradigma

Otro de los pilares de la reforma es el modelo de educación inclusiva, que impregna toda la Ley.

Según el modificado artículo 4.3, la atención a la diversidad debe regirse por los principios de inclusión educativa, participación y no discriminación.

La escolarización de cualquier alumno o alumna, especialmente de quienes requieren apoyo educativo, debe desenvolverse en entornos inclusivos que eliminen barreras a la accesibilidad, presencia, participación y aprendizaje.

Igualdad de oportunidades y no segregación

En la misma línea, la Ley insiste a lo largo de su articulado en la igualdad de oportunidades como valor irrenunciable.

El objetivo es compensar cualquier factor de desigualdad o vulnerabilidad por razones socioeconómicas, de género, culturales, geográficas o de discapacidad, entre otras.

Destaca especialmente la prohibición de procesos de admisión o segregación del alumnado por motivos académicos o sociales.

No discriminación por razón de género

Otro de los principios rectores que introduce la reforma educativa es la coeducación y el fomento de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

La Ley Orgánica establece en su artículo 1.l) la necesidad de desarrollar valores de respeto a la diversidad de identidades y expresiones de género, así como la prevención de la violencia machista.

Respeto a la diversidad afectivo-sexual

En consonancia con el principio anterior, la nueva legislación recoge de forma explícita el respeto a la diversidad en lo relativo a valores de identidad y expresión sexual.

Así, se incorpora en el artículo 1.l) y otros la necesidad de transmitir en las aulas el respeto por las diferentes opciones afectivo-sexuales.

Accesibilidad universal para el alumnado con discapacidad

Otro de los ejes vertebradores es la accesibilidad universal a una educación inclusiva para todo el alumnado con discapacidad, independientemente de sus características.

Se deberán realizar los ajustes metodológicos y de evaluación necesarios para que este alumnado pueda desenvolverse con garantías de igualdad.

La participación de la comunidad educativa

Más allá de los principios pedagógicos, la reforma otorga también un peso especial a la participación de todos los actores educativos.

Para tomar decisiones de calado, se deberá contar de forma activa con la comunidad escolar en su conjunto, las familias, el profesorado, personal de apoyo, equipos directivos, administraciones locales y otros agentes sociales relevantes.

Una Ley consensuada y negociada

Precisamente el amplio consenso y diálogo desarrollado durante la tramitación parlamentaria se erige como uno de los activos de esta legislación.

La Ley Celaá ha logrado integrar en gran medida diferentes visiones ideológicas y sensibilidades educativas existentes en España.

Este principio de acuerdo, unido al impulso de la equidad, la inclusión y los derechos de la infancia, son la base del nuevo sistema educativo que esta reforma pretende consolidar en los próximos años.

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